La rosa es un símbolo poético por excelencia, acaso no haya poeta que tentado por el perfume, la tersura, los colores, no la incluyera entre sus versos. La lista ha de ser incalculable. Nos hemos ocupado, para acotar el panorama, de algunas rosas argentinas, chilenas y granadinas. Adelanto mi opinión y sostengo que la cambiante rosa seguramente es argentina. :D
En Árbol de Diana, Poema 23, Alejandra
Pizarnik trae una rosa rebelde "una mirada desde la alcantarilla/puede ser una visión del mundo/la rebelión consiste en mirar una rosa/hasta pulverizarse los ojos."
Devoto de lo inaccesible, Jorge Luis Borges
Borges en "La lluvia" escribió: "Quien la oye caer ha recobrado/ El tiempo en que la suerte venturosa/ Le reveló una flor llamada rosa/ Y el curioso color del colorado".
En "La rosa y Milton", Borges procura rescatarla: "De las generaciones de las rosas/ Que en el fondo del tiempo se han perdido/ Quiero que una se salve del olvido,/ Una sin marca o signo entre las cosas/ Que fueron."
Eternizadas en el poema "La Rosa": "La rosa,/ La inmarcesible rosa que no canto,/ La que es peso y fragancia,/ La del negro jardín en la alta noche,/ La de cualquier jardín y cualquier tarde,/ La rosa que resurge de la tenue/ Ceniza por el arte de la alquimia,/
La rosa de los persas y de Ariosto,/ La que siempre está sola,/ La que siempre es la rosa de las rosas,/ La joven flor platónica,/ La ardiente y ciega rosa que no canto,/ La rosa inalcanzable".
En The Unending Rose sus mil significados "Soy ciego y nada sé, pero preveo/ que son más los caminos. Cada cosa/ es infinitas cosas. Eres música,/ firmamentos, palacios, ríos, ángeles,/ rosa profunda, ilimitada, íntima,/ que el Señor mostrará a mis ojos muertos.
Entre las múltiples rosas de
Pablo Neruda tenemos a éstas de "Tu risa" en "Los versos del capitán": "Quítame el pan si quieres quítame el aire, pero no me quites tu risa./No me quites la rosa, la lanza que desangras, el agua que de pronto estalla en tu alegría, la repentina ola de planta que te nace./...Junto al mar en otoño, tu risa debe alzar su cascada de espuma, y en primavera, amor, quiero tu risa como la flor que yo esperaba, la flor azul, la rosa de mi patria sonora".
Pero quizá sea la
lorquiana "rosa mutabile" la que me subyuga, y en esto ha de coincidir, espero, forzosamente,
Doña Manolita, la casada.
¿Y ustedes,
tienen rosas para dejarme?