Calidad de poeta
Digamos que la poesía nunca fue lo mío. Lo admito. Admito que la poesía es para unos pocos. Los más, los del montón, los que arrastramos emociones frente a la hoja en blanco estamos destinados a no escribir. En el peor de los casos castigamos a ocasionales lectores con frases cortas sospechadas de ser versos. Y no nos resignamos, eso sí, a lo más cruel. Admitir nuestra mediocridad. Qué palabra inmunda, mediocridad.
Somos mediocres y tanto que solemos expresar lo que sentimos con frases tan absurdas como "Hoy me pesa la tristeza en la cara". Repita el buen lector la frasecita... Muy bien, usted pronuncia como corresponde. Yo no, yo no distingo entre una c o una zeta o una ese. Leída por mí esa frase estaría destinada al exterminio inmediato.
Tratemos de mejorarla....
"En la cara me pesa la tristeza"... Igual. Tango de cuarta.
"Cómo pesa la tristeza, y en la cara"... Peor.
No, no, la frase debe morir. Ah, pero si yo fuera poeta, no necesitaría escribir el Tratado de la Tristeza, con dos o tres palabras podría yo expresar y hacer sentir al lector que hoy
Estoy tan triste,
pero tan desmesuradamente triste,
que los surcos del rostro se me pegan en los huesos.
Y para salir a vivir o lo que dice la gente que es vivir,
moverse de un lado a otro con un propósito aparente,
he tenido que procurarme de un cuerpo y otra cara.
Porque de golpe, tanta tristeza te deja el corazón despojado,
sin sostenes
y una careta de estar vivo.
Pero amigos no soy poeta, yo no escribo, desvarío parrafadas...
Somos mediocres y tanto que solemos expresar lo que sentimos con frases tan absurdas como "Hoy me pesa la tristeza en la cara". Repita el buen lector la frasecita... Muy bien, usted pronuncia como corresponde. Yo no, yo no distingo entre una c o una zeta o una ese. Leída por mí esa frase estaría destinada al exterminio inmediato.
Tratemos de mejorarla....
"En la cara me pesa la tristeza"... Igual. Tango de cuarta.
"Cómo pesa la tristeza, y en la cara"... Peor.
No, no, la frase debe morir. Ah, pero si yo fuera poeta, no necesitaría escribir el Tratado de la Tristeza, con dos o tres palabras podría yo expresar y hacer sentir al lector que hoy
Estoy tan triste,
pero tan desmesuradamente triste,
que los surcos del rostro se me pegan en los huesos.
Y para salir a vivir o lo que dice la gente que es vivir,
moverse de un lado a otro con un propósito aparente,
he tenido que procurarme de un cuerpo y otra cara.
Porque de golpe, tanta tristeza te deja el corazón despojado,
sin sostenes
y una careta de estar vivo.
Pero amigos no soy poeta, yo no escribo, desvarío parrafadas...
9 comentarios
Perfeccionista -
Sacando "apañes" por "arregles"
Con respecto a "taza"..., en realidad es "pelela", "escupidera" "papagayo" suena argentino y deprimente...
Quién va a mear donde toma el té, estos gayegos...
"y no volvés a verme" "mientras a ti para vicios" "mientras a vos pal vicio". El tono melodramático es el indicado. Tiene un diez.
Anonimanda -
Os estáis pasando mucho con el mundo de la poesía, os voy a castigar con post metapoéticos y muchas cosas más en torno al mundo poético.
Por otra parte, me gustó bastante el del chico q sube las escaleras hacia el mundo de la mente.
Saludos metapoéticos.
Frikeando-
Gayego Invitado -
Cuando eya me dejó, pensé muy seriamente
abandonar este vaye de dolor.
Me sobrepuse. Pensé ¡he de ser fuerte!
y decidí afrontarlo con valor.
La he visto hoy. Salía de una fiesta.
Yo la miré y eya me miró.
Con sus seis hijos camino de la escuela.
Y yo en la más abyecta perdición.
Volví a la juerga muy deprimido,
porque en su ausencia, así me va,
sin más consuelo que mis amigos,
las mujeres, el juego y el champán.
Aún recuerdo su voz que me decía
con aqueya dulzura angelical...
Mira a ver dónde tiras la coliya
que me tienes hasta aquí con el fumar.
Que, aunque no tenga nada que ponerme,
mientras a ti para vicios no te falte...
Un día me voy y no vuelves a verme
y, ¡desgraciao! ayá te las apañes.
* * * Oz ®
Gayego Invitado -
(tango)
Cuando eya me dejó pense muy seriamente
abandonar este vaye de dolor.
Me entregué al alcohol completamente
sumido en la desesperación.
Mi vida carecía de sentido,
me iba a trabajar como un robot
y volvía tan triste y tan vacío...
no hacía más que ver televisión.
La casa se me caía encima.
Resonaba mi paso en el salón.
Recordaba su voz que me decía
tantas cosas. Recordaba su voz:
Ya estás aquí. Qué tarde que has venido.
Ya estás aquí. Ya ha yegado el señor.
Me has llenado de barro el pasiyo
y por tu culpa se ha pasado el arroz.
¿Te has mirado al espejo? ¡Dios, qué trazas!
¡Pero si has vuelto a perder otro botón!
¡Si te vas a mear, hazlo en la taza,
que luego he de limpiarlo siempre yo!
Mimí Pinsón -
yo te soñé en la novela de Muset
y te encontré después en mi destino.
Que cortos fueron
los caminos de los sueños
y que vanos los empeños
por salvarte de la muerte.
http://www.abctango.com.ar/letras/letrares.php?titu=183
Oz, podrías escribir algo tanguero para Literalmente Argentina, en calidad de Gayego Invitado.
Oz -
En otro orden de cosas:
Cierto, Mimi, estoy lejos de pretender el anonimato. ¿Te puedo llamar Mimi? Es por joda, no más. ¡Es que fuiste a escoger esa MALA letra! ¿Cómo te gusta ser una eMe? ¿Qué tal iiMM, o MMii, o iMMi?
¿Qué tal estaría yo como oOo?
Ufs, no, parece algo sexual...
daniel -
eMe -
Por otra parte no me creo que entres en nada que implique anonimato...
Señores, lean Suicidiario, hay cosas mejores, pero no en español.
Oz -
Yo es que me estoy quitando. Ya sólo escribo tres o cuatro poemas al año, espero poder dejarlo definitivamente. Ingresaré en Poetas Anónimos, iré a las charlas, y me presentaré como -"Me llamo Oz y soy poeta. Llevo cuatro meses sin escribir un verso".
Plas, plas, plas, plas...