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LiteralMente

COMO DALIAS

COMO DALIAS

Entonces nos amamos como dalias
en el vértice de tus besos
son los míos
en la esquina de tus manos
mis caricias
en la punta de tu aire
mis suspiros
una ronda sin final
de amor en pétalos.

ESENCIA EN RISTRE

Si apenas rocé su risa
con la yema de los dedos
sin embargo huelo
la ardiente piel de sus junturas
amanecida en los labios.
Esencia en ristre,
misterio de los que aman
sin haber tocado.

VENTANAS

Se encendieron los árboles
de extraña ternura
por un sol que parpadea
entre nubes pasteles
y descubre cielos de lienzo.
Tal vez intuyeras
que son esas nubes
corolario impuro
de todas las tormentas.
Y es cierto que existen
atardeceres de afiche
como viejos arrabales detenidos
a la vera de pequeños puertos
reflejo de aquellos verdaderos.
Y quizá este atardecer es nuestro
aunque al parecer espiamos
por distintas ventanas.

LOS LABIOS DEL VIENTO



Y si en verdad el viento silbara mi nombre
y fuera para mí su canto entre unas hojas
decididas a nunca caer de las ramas
para tocar sus sienes de ébano.
Si en verdad fuera mío su primer pensamiento
en la mañana cuando encarna el alma
y debe saber lo que ha pasado
en un mundo en el que todos escriben sobre todos
mientras el calor da una tregua al café con leche
y piense que quizá también yo lo he tomado.
Ah, sii fuera posible leer los labios del viento.

LOS DELFINES VIEJOS IV

Los delfines viejos
con voz de agua dulce
en días tranquilos
danzan con el viento.
Uno, dos, tres giros
suena una gavota
y vuelven azules
los besos antiguos
pintados en lienzo
de lecho de mar.

EL ABRAZO

Como Esaú a Jacob en la pradera
¡Qué abrazo te daría, vida
del rencor y el egoísmo
traspasadas las fronteras!
Porque creo que si te abrazo
recobraré eso bueno de lo mío
que tanto te ha amado,
que se quedó contigo
a morar cerca de tu alma
y rechazó el odio.
Por eso si me ves
abrázame por un minuto o dos
que el tiempo sobre lo verde se detenga.

SHOFAR

En las afueras del desierto
anuncia el shofar llegó la hora
de quien tiene el corazón dispuesto
a recibir lo prometido.
Porque no hay clamor que quede sin respuesta
cuando doblan las rodillas
los hijos de Adonai.

A QUIEN SEPA JUGAR

En toda esta maraña de hoy por la mañana
de gente que va en su nube
que cruza las calles desalmadas
por el receso de enero,
que busca justificar su existencia tibia
detrás de una planilla de trámite,
en torno a la confusión fabricada
para sostener emblemas ajenos
está tu sonrisa.
Sonríes casi porque sí
como el afiche en la parada del bus,
porque el mundo es tuyo si sonríes
irresistiblemente ajeno.
Y yo que voy sorteando soledades
en busca de pureza en las fomas
capturo tu sonrisa con las manos
como quien atrapa una pelota
y la paso en un giro a quien sepa jugar.

SALMO URBANO


Esta ciudad o cualquiera
que crece torcida
y tiende trampas a los visitantes
con calles trazadas
por militantes de lo oscuro
y toda hechura de las manos
qué valor puede agregar
a un cielo que amanece
de finas pinceladas en dorado
y anuncia un día bendecido
para los preferidos de Dios.
Qué vuelo siniestro de ave
puede hacer sombra en mi cabeza
si su mano va conmigo
si le encomiendo este y todo día
y doy un salto sin red
porque sé que cuida de mí y de lo mío
desarma los fraudes del enemigo
y abre el paso donde no hay salida
para los elegidos.

FATUO



He buscado siempre lo verde del camino
y a las blancas flores descoroladas de su tallo
que con alas de seda vuelan en derredor de mi paso
y he hundido mis raíces en el río
para alejarme de lo podrido del mundo
del olor nauseabundo la traición de quien no esperas
un clavo en medio de la palma de la mano.
Me adentré en los párpados lúdicos de tu locura
que me visita de vez en cuando
para hacerme recordar que de ti no estoy a salvo
ni del conocimiento fatuo de las ciencias del hombre.
De la pura jactancia de las cosas que perecen
desperté hoy y ahí estabas sin embargo.

C'est écrit

Como si importara el pensamiento
que recrea primaveras
la mera voluntad del corazón
que se ha entregado
adorador de tus ojos contristados
de nuda pradera
como si importara realmente
si no es un camino trazado
el que te quiera.

ETERNO ENTRE MIS DEDOS (a ORB)

ETERNO ENTRE MIS DEDOS (a ORB)

Eres eterno entre mis dedos
dorado corcel turcomano
el manto de tu pelo.
y del talud del Caribe
lo sagrado de tus ojos
verdes, tan verdes
si me miran.

HAZME JUSTICIA EN ESTA HORA

Señor de todo camino de agua
desde el Nilo al Mapurite
de los océanos abiertos y del Mar Muerto
Dominas las altas cumbres
mas hay abismos
en donde reverberan graves
cascadas de voces que no debo oir.
Murmullos que evocan las derrotas
ante las huestes malditas
por creer que era mía la batalla
confiar en la fuerza de los muslos
y no buscar los signos de tu mamo levantada.
Tú que das vuelta el mundo y transformas
las mil caídas en mil victorias
Hazme justicia en esta hora
porque he aprendido
que no debo esperar nada si no viene de ti.
Te lo pido en el Nombre del Único que intercede
Jesús, mi hermano, el Verbo que es
ante cuya mención lo oscuro retrocede.

TEMO

Temo a la idea de saber qué hay en tu mente
o de querer interpretar cada cosa que dices
porque en verdad ese camino conduce a la locura
de querer predecir la dirección del viento
o de atrapar en la mirada todas olas hasta el cielo.
A tu locura conduce verse
correr detrás de cosas que perecen
y esconderse en la falsa paz del autoexilio
de una edad que ya pasó hace tanto.
Porque es cierto que te has perdido como yo
en el neutro de la suficiencia
haciendo mezcla de colores de todas las pasiones
y pasando de todo, hasta de vos.
Acaso si me asomo a tu abismo me encuentre
en la disposición de saltar a lo oscuro de este siglo
y eso temo, leer tus pensamientos y morir de amor.

A MODO DE DESPEDIDA (Para un argentino hasta la muerte

Quise saber decir las cosas
simple y directo como tú las dices
pero los años me han vestido de eufemismo
como espejos agudos sin reflejos.
Y cuando pienso en todo lo bello
me encuentra tu mirada de zinc en la llanura
quiero ver las cosas como tú las ves
porque te amo a mi modo,
como aman los desesperados.
Al verte ir y venir con el viento
en el lado oscuro de las dunas del desierto
quise decir todo y fui todo silencio.

SINE DIE

A veces me escondo entre las oscuras letras
de la imagen
como si se pudiera ocultar lo vivido
tras el velo de la metáfora
o reavivar un sentimiento
soplando el vientre de una luciérnaga
y me detengo meses en el mundo de una flor
que perecerá al poniente
para olvidar que nuestro amor
es "sine die" simplemente.

En la ermita ocre rodeada de arena

En la ermita ocre rodeada de arena
habitaba silente aquél de larga vida
dueño del desierto y del mar sin peces
desenrollaba verdades de este a occidente
sabía los secretos de las escrituras
amó a la mujer que fue palmera entre las dunas
de tanto reir al sol y de hundir sus pasos
en el agua libre
la odió también porque supo
que para amar de veras debía renunciar a mucho
y fue lágrimas de papiro entre sellos de madera
cambió de vida para no cambiar nada,
y se sintió seguro en la urbana maraña
donde pocos pagan lo que deben
si alteran el orden de sus acreencias.
Acaso pudo ser feliz en su mundo sin palmeras
hasta que encontró a la suya plantada en la vereda
y todo comenzó de nuevo mas qué hacer no supo
porque de verdad la amaba
como cuando era joven y desentrañaba
el oscuro encanto de lo insolvente.

PURA CERTEZA


Acaso tenga dos o tres recuerdos netos
de lo que hemos vivido
como las mariposas albas de la selva misionera,
fotos de piscinas
o ciertas esperas en los aeropuertos.
Son imágenes que te he robado,
son tus recuerdos.
Yo sólo tengo de vos inspiraciones profundas
ojos que se cierran
  ríos de magma azul que corren por las venas
y la pura certeza
de cosas que aún no hemos visto.

TIEMPO Y ESPACIO

En la grilla del tiempo
tus días se tocan con mis horas
con todos los eneros señalados
en rojo despedida
y encuentros furtivos
de piel que discurre como el tilo
que ya ha dado todo sobre las veredas
de la calle 14.
Hemos amado a espacio mordido
en la anchura del tiempo
que circula en tu pelo de océano
todos los veranos.

SEGÚN VALEN LOS RECUERDOS

Todo acaso es ilusión
de joya prefabricada
sentimientos rojo cubic
y caricias enchapadas
de aleación son las lágrimas
sobre piedra simulada
si en poco tasar pudiste
al diamante que te daba
según valen los recuerdos
sobre Avenida Quintana.