VENTANAS
Se encendieron los árboles
de extraña ternura
por un sol que parpadea
entre nubes pasteles
y descubre cielos de lienzo.
Tal vez intuyeras
que son esas nubes
corolario impuro
de todas las tormentas.
Y es cierto que existen
atardeceres de afiche
como viejos arrabales detenidos
a la vera de pequeños puertos
reflejo de aquellos verdaderos.
Y quizá este atardecer es nuestro
aunque al parecer espiamos
por distintas ventanas.
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