EL ABRAZO
Como Esaú a Jacob en la pradera
 ¡Qué abrazo te daría, vida
 del rencor y el egoísmo
 traspasadas las fronteras!
 Porque creo que si te abrazo
 recobraré eso bueno de lo mío
 que tanto te ha amado,
 que se quedó contigo
 a morar cerca de tu alma
 y rechazó el odio.
 Por eso si me ves
 abrázame por un minuto o dos
 que el tiempo sobre lo verde se detenga.
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