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UN PESCADOR

Al pie del jacarandá
en los charcos violetas
que miente la lluvia
deja planes, estrategias
y el orgullo un pescador
sabedor a los golpes
que no conduce la barca
que no es el amo del viento
que duelen los huesos pegados
como el amor falso
y que las redes rugosas
se incrustan en la cara
por negar a la verdad.
Pero nace la esperanza
en esa tarde sin peces
y vuelven a ser de heno
los tres veces perdonados
ojos de abril.

LA PIEL

LA PIEL

Te fuiste cubierto de espanto
a fuerza de pisar lágrimas
que forjaron esos rastros
indelebles en tu cara
abre huella tanto llanto
que la fascinación deja en nada
es que yo te veo sin surcos
sin arrugas y sin marcas
los ojos despojados
el rostro casi sin mácula.
Solo he visto tu sonrisa
acorazada en mi versos
enfundada en un amor
que te devolvió la piel.

 

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La foto está originalmente publicada aquí http://www.flickr.com/photos/17875506@N00/3387627409

MÁS QUE SUFICIENTE

MÁS QUE SUFICIENTE

Más que suficiente
como el agua
a la planta de hoja mora
o al junco que reina
y de verde tiñe las orillas.
Inconmovible
como el viento del Este
que aviva olas
y dibuja las costillas
en la piel del río.
Definitivo
como el fuego que consume
a la raíz amarga del orgullo
que envenena corazones.
Como el río al cauce que alimenta
como el aire al fuego que sustenta
eres a mí
elemental y suficiente.

LA VIDA BRILLA MENOS

LA VIDA BRILLA MENOS

La vida brilla menos
por momentos
como en los días de viento
en que se desmelenan los árboles
las nubes se apuran a pasar
y el sol se descascara
como un caleidoscopio de cenizas.
Son las sombras de los golpes
y caídas
los saltos en el tiempo
a la melancolía
de párpados postrados
casi sin ojos.

TE LO CONFIRMARÍA

Si tuviera una última chance,
así en francés,
de encontrarte
y si no se cayeran
las palabras de las manos
de unos nudillos que duelen
que no pueden doblarse
por tanto olvido.
Hoy que el verano puede olerse
en diagonales pintadas
por el tilo de noviembre
en una ciudad sin sombras.
Si te encontrara sentado
en el umbral de las lágrimas
te diría lo que sabes
te lo confirmaría.

MANOS DE HECHICERO

Como el ave que despliega seducciones
extiendes las palmas a las nubes
desde el pulgar hasta la quinta pluma
parecen abanicos espejados
Son tus manos de hechichero
que entre azafrán de estrellas
recrean ilusiones de abalorios
y hacen de corazones malabares.
Será posible no caer en la magia
acontecida simple en esas manos
entre rosas del aire
y besos que no se han dado
Será seguro devolverte la mirada
capturada vertical
entre unos versos sin raíz
y lágrimas que no han secado.

MÁS ALLÁ DE LA LUZ


 

Más allá de la luz
de salida del destierro
en el límite morado
de los campos de avutardas
nace ingrávida entre sueños
la flor que venció a la sombra.
No se ofrece al caminante
ni es adorno en una danza,
es el botín del guerrero
que lleva por armadura
unos trapecios de acero
y la fuerza destructora
de Jericó amurallada.
Es el coral del desierto
la flor roja de esperanza.

EN EL REPOSO



Si despiertas en noviembre
una mañana cualquiera
oirás el llamado de los pájaros
que invitan a entrar en el reposo
de la flor que entre briznas sólo espera
del árbol seco que es un brazo
donde crece en espiral la enredadera
del atleta que camina entre dorados
y sus fuerzas palmo a palmo recupera
Si olvidas las espuelas de las rosas
si vuelves tu mirada primavera.

TU MIRADA DE HENO

Creo que no te conocí
que te atisbé apenas
o que quizá tuve una idea de vos
como el que camina sobre un manto
de césped recién cortado
pero no pisa la verdad de lo verde.

Pero en días como estos
en los que no se ven las costuras de las nubes
todo es presagio de eterna primavera
y sólo recuerdo tu mirada de heno
sé que me mostraste un poco de tu alma
y que te amé.

PLANTA DE MONEDITA

Entre los surcos
labrados por la ausencia
crece la nueva esperanza
huyendo del norte falso
a dónde vive
dulce y fatal trampa
la planta de monedita
de tus ojos
en la que no puedo
volver a caer.
Porque si los miro
seré la ofrenda
de tu altar
profano
ultimada
por el filo viril
de tu mirada.

Tormenta

Esta mañana los pájaros
con hilos invisibles
atados a las gargantas
dicen que viene tormenta.
Acaso debería preocuparme
afuera el cielo anticipa
en un solo color
a los guijarros
de las vías del ferrocarril
y las nubes se esconden
tras una capa de indiferencia
que contagia todo.
Pero el verde es aún
más verde entre tanto gris
Me pregunto si espera
esa flor que yo pase y la mire
si cuenta conmigo para soplar
las dudas de los ojos
Y me uno a los que corren
y los arrebata el viento.

POR LEY ETERNA

No son normas de los hombres
las que hacen a mi derecho
tu amor me pertenece
desde el principio del viento
en el vértigo de lo horizontal
en lo empozado del tiempo
y ha sido hallarte
el pulso de inspiración
porque eres mío
por ley eterna.

APARICIONES



Sé que estás por ahí
y escucho tu risa
dulce como un níspero
en vuelo sobre las briznas del tiempo
pintas segundos de amarillo
con tu corazón de prisma.
Y en las mañanas
te he visto
en un rincón del jardín
sin sembrar
en la enredadera silvestre
que se desgaja
en hojas de lágrimas verde
intenso
que son tus ojos.
Y a donde mire te veo
porque no me dejaste.

LAS MARGARITAS

LAS MARGARITAS

Amanecen
pintadas de sol
las margaritas junto al río
en cada oleaje bravo
ríen de vértigo
Son la hiedra del viento
que curan
a los corazones
son la pócima de canto
del litoral.

AUSENCIA

Rara sensación
brindan los árboles
estáticos
como figuras de plástico
puestas de pie
por un dios
que juega a ser niño.
El sol forcejea
entre tanto gris
y pájaros
ahogados
y no hay viento
que mueva
a la hierba

Es un hiato
en el tiempo
esta ausencia
que golpea muda
adonde miro.

Voy a correr

En esta mañana
en que el cielo no tiene dudas
y entero se muestra
reflejando el sendero
que ha sido mío mil veces
voy a correr con la desesperación
del que se sabe lejos
con la determinación del
que siempre llega
y con la paciencia
del atleta sin edad
sobre el verde
Voy a correr sin pausa
hasta encontrarte.

EL VACIO DE TU CORAZÓN

Siento el vacío

de tu corazón

volcado

sobre una montaña

de ojos arrancados

ventanas cerradas

versos que no lees

flores que mueren en su tallo

y me pregunto si crees

ganar inmunidad

o abstinencia de dolor

al vaciar el corazón

de vez en cuando.

DE GOLPE TANTA TRISTEZA



Los surcos del rostro
se me pegan en los huesos
y para salir a vivir
me cuelgo un abril de las orejas.
Porque de golpe
tanta tristeza
te deja el corazón despojado
sin sostenes
y una careta de estar vivo.

A LOS OJOS DEL ATLETA


Abierto a cortafierro
el camino de la hormiga
parece una senda trágica
a los ojos del atleta
que también surca
el verde
junto a otros pájaros.
Le pinta el sol de octubre
la sonrisa de dorado
y al final del recorrido
busca el aliento
en la flor amarilla
que se deja mirar.

La flor de ceibo

Despierta única en el aire
la flor de ceibo
como la gota de sangre
en la rodilla
después de la caída
en tierra seca.
Es el verso
de desamor
que no se espera
es un poema
que nadie pidió
y que el viento oye apenas.