LA REDENCIÓN DEL ÁNGEL
Conozco los manjares del mundo
las pociones de la gloria y el aplauso
he jugado al redentor en cementerios
bendije pozos de lascivia y abandono
en la sola fuerza de mis brazos he descansado
y arrancado las alas en las sombras.
En tu pecho sacié sed pasionaria
de un amor de falso suelo santo.
A mis pies fue postrado todo el orbe
cuando te tomé por bendición
fui arrastrado a la cárcel del cielo
al agobio del olvido de los siglos
y redimido por la fuerza intercesora
de tus besos de magnolia roja.
0 comentarios