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LiteralMente

EL SALMO DEL ÁNGEL


Cuando todo horizonte sea abolido
y la bóveda celeste sea la tierra
y la tierra asiento de las nubes
en Ti esperaré.
Cuando suban las huestes
de los que están atados
y sobre mí vengan la sombras desechadas
esperaré en Ti.
Y si se cierran las aguas a mi paso,
me rodean las bestias del abismo
y velados son mis ojos por la desesperanza
aún así mi mano elevaré
porque grande son tus obras
y fiel permaneces
en las promesas dadas a tu pueblo
en el Jordán esperaré como Eliseo
que tu presencia me cubra, que se abran los cielos.

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