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LiteralMente

AUSENCIA

Rara sensación
brindan los árboles
estáticos
como figuras de plástico
puestas de pie
por un dios
que juega a ser niño.
El sol forcejea
entre tanto gris
y pájaros
ahogados
y no hay viento
que mueva
a la hierba

Es un hiato
en el tiempo
esta ausencia
que golpea muda
adonde miro.

Voy a correr

En esta mañana
en que el cielo no tiene dudas
y entero se muestra
reflejando el sendero
que ha sido mío mil veces
voy a correr con la desesperación
del que se sabe lejos
con la determinación del
que siempre llega
y con la paciencia
del atleta sin edad
sobre el verde
Voy a correr sin pausa
hasta encontrarte.

EL VACIO DE TU CORAZÓN

Siento el vacío

de tu corazón

volcado

sobre una montaña

de ojos arrancados

ventanas cerradas

versos que no lees

flores que mueren en su tallo

y me pregunto si crees

ganar inmunidad

o abstinencia de dolor

al vaciar el corazón

de vez en cuando.

DE GOLPE TANTA TRISTEZA



Los surcos del rostro
se me pegan en los huesos
y para salir a vivir
me cuelgo un abril de las orejas.
Porque de golpe
tanta tristeza
te deja el corazón despojado
sin sostenes
y una careta de estar vivo.

EL ÚLTIMO FUNDADOR


Inasible habitas
aire de suspiros
luz entre los dedos
del prisma de abril.
Rebelde heredero
de espadas de héroes
fundaste tu sueño
en cielo amarillo
con flores de tela
a golpes de puño
sobre tierra seca.

EL HACEDOR DE SUEÑOS



Tras los visillos
de esta ventana falsa
donde observo su partida
de niño travieso
no puedo dejar de reir
porque un hacedor de sueños
no pinta realidades de azul,
moldea la nada
en la línea del viento
y atesora secretos
en la risa.

A LOS OJOS DEL ATLETA


Abierto a cortafierro
el camino de la hormiga
parece una senda trágica
a los ojos del atleta
que también surca
el verde
junto a otros pájaros.
Le pinta el sol de octubre
la sonrisa de dorado
y al final del recorrido
busca el aliento
en la flor amarilla
que se deja mirar.

Escuchá bien

PRÍSTINO


No supe el exacto
tono verde de tus ojos
hasta que me dijiste
con humildad de profeta
que ibas a amar
a todo el que te odiara.
En tu mirada he visto
el precioso alcance del amor
que en vos es infinito
y me supe tan pequeña
tan prístino a mi alma
que quise odiar
a todo el que te amara.

La flor de ceibo

Despierta única en el aire
la flor de ceibo
como la gota de sangre
en la rodilla
después de la caída
en tierra seca.
Es el verso
de desamor
que no se espera
es un poema
que nadie pidió
y que el viento oye apenas.

UN ARBOL


Despliegas los extremos
de verdes brotes
como un noble chino
con manos de uñas largas
y de ademán senil.
A tu lado pasa
el atleta lento
que cuelga preguntas
en tus ramas estampadas
contra el cielo de acero
de esta mañana
despojada de abrazos.
 

LA FLOR QUE SE DESMIGAJA



A este cielo de octubre
sólo lo toca
montada en un soplo
la flor que se desmigaja
sobre el césped blanca,
en los troncos
en la gente que pasa.
Si apartara mis pasos
de la senda de atleta
si siguiera su trazo
de aliento de pájaro
sé que la hallaría
en la curva perfecta
de tus manos
mansas.

Tan de otro mundo

Sos tan de otro mundo
que cuando venís
decolorás tu paso
como un lucero asomado
en la tarde.
Y si te vas
clavas un hiato en el minuto
en que desapareces.
Quizá por eso
para verte llegar
contemplo todos los ocasos
de estrellas desteñidas
Y para no despedirte
tengo arreglados
los relojes del mundo
que a puro latido
no se detendrán.

 

Todavía somos novios

Te acordás,
amor (aquí va tu nombre de dos sílabas)
cuando en uno
de esos viajes tropicales
de pasión libada
nos rodearon mariposas blancas
como damas de compañía pensaba yo.
-No sé vos qué pensabas-
Lo cierto es que los años
no han pasado en vano,
aunque pretendas que tengo
la misma figura
y la elogies con
el dorso de tu mano,
suplas viril
la ausencia de abrazos
y descubras las fresias
en mi pelo.
Aunque  no haya mariposas
ni cálidas surgentes
si te miro y si me miras
si me llamas de ese modo
(aquí va mi apodo de dos sílabas)
todavía somos novios.





TE TRAE DEL NORTE


Te trae del norte
la línea del viento
tengo entre mis manos
aquí tan lejos
el mismo instante
en que reís
transversal
a la joven alegría
en cielos azucarados
ambiguos pastizales
y pájaros crédulos
que saben
que escucho tu risa
fluir ausente
en el límite
de la cordura.

Un ángel murió

Un ángel murió

Un ángel murió
en un rincón del parque
mientras despertaban luces
del puente oxidado.
Nadie lo nombró
nadie lo esperó
se quedó solo
en la vieja estación.
y subieron las huestes
de hermanos caídos
cubrieron el cielo
con capas de ocaso
arrancaron sus alas
se desintegró.
Sólo se escuchaba
¿A dónde estás, amor?
Nadie lo nombró
nadie lo salvó.
Qué viernes tan triste
un ángel murió.

Mi corazón y tu alma

Tomaste mi corazón
de la basura del baldío
de los que no aman
entre restos de uvas podridas
de la desesperanza.
y lo hiciste tuyo.
Sin meditar tomé tu alma
del costado abisal
de un dios crucificado
entre el ambar y la sal
del desamor
y la tengo entre mis manos
porque siempre será tuya.


Hemos salido de peores
vos y yo por separado
qué no podrán hacer juntos
mi corazón y tu alma.

La misericordia y a verdad se encontraron

La misericordia y la verdad se encontraron,

la justicia y la paz se besaron.

La verdad brotará de la tierra

y la justicia mirará desde los cielos.

 

 

SALMO 85 10-11

Sé que no jugás

Sé que no jugás al dios impío
que arroja ángeles dormidos
de paraísos que no existen.
Sé que te duele
el desamor que inventaste
para no empañar con desaliento
el ámbar de tu alma
sola
sin
custodio.

El valor absoluto del azul

Tiene mi amor
el valor absoluto del azul
que trepa irreverente
los huecos entre piedras
apiladas por la ausencia.