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Ficción en un blog o la apología del engaño

Probablemente las bitácoras puedan generar algún producto potable en lo que hace al relato corto. Hay dos o tres ejemplos de ello. También es propicio el formato para la publicación de poemarios.
Escribir ficción en un blog es un artículo de Orbitácora que analiza las posibilidades literarias de los weblogs.

Hay un tema que me llama profundamente la atención. Por qué tiene que ser engañado el lector. Alguien que lee una novela sabe que es ficción, que puede haber algún elemento autobiográfico, pero es ficción. Por otra parte el escritor no suele epilogar su obra con un "Bueno... la verdad es que todo esto es mentira, pero pudo suceder" o sacar un tomo II entitulado "La verdadera historia del tomo I".
Es que el autor crea un objeto artístico, independientemente de su "realidad", una novela, un cuento, sus personajes tienen existencia propia, más allá de que si "verdaderamente fueron o son".
Por eso, el elemento engaño, llamado aquí experimento, no sería más que una morbosidad por parte del que incurriendo en este truco inútil, se autotitulara escritor profesional.
Sería quizá la destrucción total de la ficción, en definitiva de ficcional sólo tendría el título.
Por suerte, hasta ahora, la verdadera literatura no pasa por las bitácoras.

13 comentarios

eMe -

Bambi, los argentinos sabemos de todo, ese es nuestro big, big problem.

Bambolia -

Casciari está demasiado crecido, eMe. Ése es su problema... si es que tiene alguno, claro.

Los diarios, algunas veces, sí que se han publicado y se han leido como si de novelas se tratasen, cuando sus autores no pretendían, al escribirlos, el darles esa forma. Pero creo, sinceramente, que es un caso bien distinto. "El diario de Ana Frank" es un buen ejemplo.

Las bitácoras y lo que éstas pueden dar de sí es algo que se verá con el tiempo, pero plantearlo como un nuevo género literario me parece, cuando menos una temeridad cercana a una frivolidad tipo "es que está de moda". Pero bueno, el especialista es él, no yo... seguramente, estaré dando palos de ciego, para no perder la costumbre.

eMe -

Bueno, por lo visto no somos tan pocos los que pensamos que para una novela un blog no da.
En fin, puede ser que Casciari, el autor del artículo que cito en el post, nos ilumine con alguna nueva edición de Novelas Ejemplares.

Bambolia -

Oz, la metaliteratura es divertida... a veces, claro. Unas cuantas clases de poética y algunos conceptos estarían un poco más claros.

Veo muy difícil que un blog, escrito al servicio de una ficción literaria, adquiera la consistencia necesaria para que lo redactado se convierta en una novela.

Dos cosillas más: la ficción existe, en mayor o menor grado, en muchas bitácoras. Me explico: la voluntad del que refleja lo que siente, lo que piensa, puede no coincidir con su propia realidad. Y no se trataría de una mentira, como más arriba han dicho, sino de una visión subjetiva.

Otra: la interacción de los lectores, a través de los comentarios, en la evolución de la historia, puede que no sea tan beneficiosa.

El autor se deja influenciar, pierde el Oremus, su punto de partida.

Una novela escrita a razón de lo que solicitan los lectores a medida que avanza la historia no demuestra la capacidad del autor para crear -si de eso se trata-, porque son otros, los que con sus opiniones, van decantando la narración hacia un lado u otro. El escritor se convierte en un escribano, no en un literato. Existe una gran diferencia.

eMe -

A que tienes alma de poeta y no se te pasa por la mente lucrar con ello. Muaaaaaaas.

Oz triste -

A qué será debido que prefiero escribir a escribir de escribir...

Nrgumeno -

eMe: no se trata de mis ganas, sino de mis escasas y menguantes facultades neurolengüisticas.

Candy Belen -

Bueno, todos en nuestras miserables vidas =P tenemos algo de verdad/ ficcion, sino seria muy aburrida jeje

eMe -

Nrgumeno, la verdad que bloger, blogger o bloguer, por ahora da lo mismo :D. Lo que importa es el contenido, soy de la escuela Baroja, escribe como se te de la gana en este blog.
:)

eMe -

Sí, evidentemente, pensá nomás en alguien leyendo un blog y pensando "Pero este me estará cargando o será verdad" cosa que definitivamente no ocurre en el género narrativo, dónde en definitiva, eso no cuenta.
La literatura, como el teatro, como el arte en general, tienen muy pocos momentos de "VERDAD" con mayúsculas, "verdad literaria". Uno de esos felices momentos es el que menciona Xtian.

Xtian -

Comparto tu opinion. Yo creo que esconder algo esencial al lector a proposito es un recurso demasiado barato. Me hace acordar a ese trilladisimo final que todos mis companieros de quinto grado usaban para terminar sus composiciones: "... Y finalmente se desperto, y se dio cuenta que todo habia sido un suenio".

Las mejores novelas, en mi opinion, son aquellas que producen un efecto extraordinario. Situan al personaje en una situacion y lo persiguen, no esconden nada, sino que revelan capas escondidas que son magicas o misteriosas.

Me estoy enredando demasiado, y quizas convenga dar un ejemplo: el episodio de Berthe Trepat en Rayuela, de Cortazar. Ahi Cortazar no esconde ningun dato esencial, solo se empecina en contarnos que le pasa a Oliveira: la escena es casi absurda, y sin embargo hiper coherente con el personaje y con la novela. Por esa escena sola, Rayuela vale la pena.

Quien pudiera escribir una sola novela con una escena asi.

Nrgumeno -

*pinzas y bloger / algun otro error es fe de rata.

Nrgumeno -

Bueno, también, pensarlo de ese modo. La RED permite una interacción de los usuarios con "el contenido" y podría llevar el efecto a "interactuar con la fantasia de la ficción", entonces sería la ficción algo semejante a un juego de rol, donde el lector, a su modo, vive la historia e interpreta un personaje. Creo que Maese Casiari habla de eso, de la posibilidad de una ficción interactuante y dinámica. Lo peligroso, sí, altamente peligroso, son los pliegues de la ética y los contornos de la mentira. Como experiencia radial "la guerra de los mundos" del gordo Orson, fue una genialidad, convertir la radio en una fuente frecuente de mentiras hubiera sido un suicidio del medio. Mentir no es ficcionar, es mentir. Algo que debe ser la diferencia insalvalble del asunto Crear es crear y suprimir o suspender la realidad debe ser un acuerdo mutuo de partes: lector y escritor. La busqueda del éxito por el escándalo, la mentira, el golpe de efecto o simple golpe bajo "un famoso floger desaparece y se da a conocer su muerte" - Propone Casiari- eso ya es otra cosa que debiera tomarse con pinsas.

Un abrazo, y perdón por la extensión del comment.