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Telón desparramado

Telón desparramado Llegan a mi correo cartas de amigos y no tanto, insistiendo en que cuente de una buena vez la historia de la abuela Mima y de Eduardo, el Conde de los Charcos....(anteriores)
Comprendan, queridos amigos que si bien los relatos de la abuela sobre el condecito distan de ser aburridos, también se caracterizan por no ser breves y, señores, yo no tengo tiempo. Soy una persona moderna, vivo al día, al segundo, al instante.
Como corolario de esta historia simple*, deben contentarse pues con este pedacito de texto escrito en papel amarillo, resto de lo que alguna vez fue un diaro íntimo:
...
Tus ojos permanecen en los míos, qué osadía...
"Fueron tus ojos"... "irreverentes"

Buenos Aires, a los 22 días de setiembre del año...

M.

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*El cómo llegó la foto de Eduardo paseando por Puerto Madero en traje azul y ciertos detalles, se lo dejo al lector, pa que lo invente.

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